El estudio inicial de los pacientes con problemas reproductivos debe iniciarse con el estudio de los antecedentes familiares y personales de problemas de salud que pudieran tener impacto sobre la fertilidad. En muchas ocasiones, cuando indagamos en la historia clínica y realizamos las primeras pruebas de fertilidad descubrimos otras patologías de las que la infertilidad es una más de las consecuencias.
Así pues, el estudio básico que debería proponerse a los pacientes en el inicio del estudio de fertilidad incluiría:
- Una historia clínica completa que incluya los antecedentes personales y familiares de la paciente y la pareja (si fuera el caso).
- Una historia ginecológica que recoja la historia menstrual y contraceptiva de la mujer, así como los hábitos sexuales.
- Se debe hacer hincapié en el consumo habitual de fármacos y tóxicos, por su impacto importante sobre la capacidad reproductiva, así como la posible exposición a factores ambientales.
- Un detalle de su historia reproductiva detallando el tiempo de búsqueda de gestación, con los posibles tratamientos previos realizados, los resultados obtenidos y las posibles complicaciones asociadas a los mismos.
Esta entrevista con los pacientes aporta información muy valiosa que permitirá que el especialista pueda orientar el diagnóstico y las primeras pruebas a realizar. De forma habitual, en una primera consulta de fertilidad se suele realizar una ecografía transvaginal para evaular el aparato reproductor femenino: útero, trompas y ovarios, con la finalidad de descartar la presencia de alteraciones que pudieran explicar el fallo reproductivo. Asimismo, esta ecografía permitirá evaluar la reserva ovárica y establecer un pronóstico orientativo en cuanto a los tratamientos que vayamos a aplicar.
Una vez se concluye esta primera visita, se deben solicitar las pruebas oportunas que permitan completar el diagnóstico. Las pruebas consideradas en el estudio básico son el estudio hormonal para la mujer y el seminograma para el varón. En función de la historia clínica se pueden solicitar también otras pruebas como la histerosalpingografía (HSSG) para verificar la integridad de las trompas de Falopio u otros exámenes más complejos según cada caso particular.
