En muchas ocasiones, las pruebas solicitadas en el estudio básico tienen resultados normales, y no podemos ofrecer a la pareja un diagnóstico claro del origen de su infertilidad.
No obstante, aunque todos los resultados iniciales sean normales, podemos empezar a aplicar tratamientos para intentar acortar el tiempo de espera hasta lograr el embarazo.
Un tratamiento sencillo consiste en el control de la ovulación de la mujer para planificar las relaciones sexuales (RSD). Este tratamiento implica la realización de ecografías seriadas, cada 2-3 días, durante los primeros días del ciclo menstrual, es decir, a partir de los primeros días de regla.
En estos controles se puede visualizar el crecimiento del folículo dominante y del endometrio. Una vez el folículo dominante alcanza 17-20 mm, lo que suele suceder a mitad del ciclo de la mujer, está listo para la ovulación. La ovulación puede realizarse de forma espontánea o bien puede programarse con la ayuda de medicación. Esta programación permitirá controlar el momento exacto de la ovulación, para orientar de forma más directa los días en los que deberían concentrarse las relaciones sexuales.
En el caso de que no haya una menstruación en el momento esperado, unos 15 días después de la ovulación, se deberá realizar un test de embarazo.
Este tratamiento puede ser útil en parejas jóvenes con resultados normales en los estudios realizados y con poco tiempo de búsqueda de embarazo. Tu especialista en reproducción asistida te orientará sobre si este tratamiento es adecuado en tu caso.