La fertilidad de la mujer varía a lo largo del ciclo menstrual. El ciclo menstrual es el tiempo que pasa entre el inicio de una menstruación y el inicio de la siguiente. De forma habitual este ciclo dura unos 28 días, pudiendo alargarse o acortarse en función de circunstancias individuales, que comentaremos más adelante. Así pues, el primer día de sangrado menstrual constituye el primer día de ciclo.
El ciclo menstrual se divide en dos partes fundamentales, que duran aproximadamente 14 días, si hablamos de ciclos regulares de 28 días. La primera parte es la llamada fase folicular, cuando los ovarios se preparan para la ovulación. En este período se va formando y madurando el óvulo que será expulsado del folículo que lo contiene en torno al día 14 de ciclo. Esta fase del ciclo es variable de acuerdo al funcionamiento de los ovarios de cada mujer. La segunda parte de ciclo es la llamada fase lútea y se caracteriza porque el útero se prepara para recibir al posible embrión que se haya generado tras la ovulación y fecundación. Esta segunda fase es de duración constante, con una duración de 14 días en todo tipo de ciclos.
Así pues, tras la ovulación, el óvulo sale del folículo y llega hasta la trompa, donde se producirá la fecundación. Para que la fecundación sea posible, deben encontrarse el óvulo y el espermatozoide en la trompa en el mismo momento. Esto, que puede ser muy complicado, se ve favorecido por el hecho de que el espermatozoide puede permanecer en el aparato genital femenino y conservar su capacidad fecundante durante 48-72 horas. A esto contribuyen los cambios fisiológicos que se producen en la mujer durante la ovulación, como es el aumento de temperatura corporal, el cambio en la consistencia del moco cervical y el aumento del pH vaginal.
En definitiva, el período más fértil de la mujer está entre 3 días antes y después del momento de la ovulación, que en un ciclo de 28 días se situaría en torno a los días 12 y 16 del ciclo. No obstante, como se puede entender, no todos los ciclos son iguales ni la ovulación es siempre exacta, por lo que la ventana fértil puede adelantarse o atrasarse.