Esterilidad e Infertilidad son dos términos que se asocian con frecuencia y pueden confundirse fácilmente. Sin embargo, no son lo mismo y su tratamiento también puede ser muy diferente. Podemos definir la “esterilidad” como la incapacidad de una pareja para lograr un embarazo de forma espontánea en un plazo de un año y la “infertilidad” como la imposibilidad de llevar a término un embarazo, lo que incluye a las pacientes que consiguen embarazo pero que posteriormente sufren abortos.
La probabilidad de embarazo en las parejas fértiles se sitúa entre un 15 y un 20% en cada ciclo, llegando a un 85% de tasa acumulada de embarazo a lo largo del primer año de búsqueda. Así pues, aquellas parejas que no logran el embarazo pasados los primeros 12 meses son diagnosticadas de esterilidad primaria. Hoy en día, entre un 10% y un 15% de las parejas presentan este diagnóstico.