La histerosonosalpingografía

La histerosonosalpingografía (HSSG) es una técnica que permite, gracias a la introducción de suero salino a través del cuello del útero, visualizar de forma indirecta la cavidad uterina y, en determinadas circunstancias, las trompas de Falopio, a través de una ecografía transvaginal.

La introducción de líquido en la cavidad uterina permite dibujar los contornos de dicha cavidad, para determinar si son regulares o no, ya sea por la presencia de adenomiosis, si existen pólipos o miomas o si hay adherencias a nivel del endometrio. Así mismo, en determinadas ocasiones puede resultar muy útil para descartar la presencia de malformaciones uterinas. 

En cuanto a las trompas de Falopio, en manos expertas el paso del suero fisiológico puede permitir determinar el recorrido de las mismas y confirmar su permeabilidad. 

Sin embargo, la prueba idónea para verificar la permeabilidad de las trompas mediante ecografía transvaginal es la histerosonosalpingografía con contraste, llamada Hysterosalpingo-Contrast-Sonograpy (HyCoSy) o con espuma, conocida como Hysterosalpingo-Foam-Sonographie (HyFoSy).

Estas técnicas permiten visualizar la cavidad uterina y todo el trayecto de las trompas muy fácilmente, a través de la introducción intrauterina du un medio de contraste o una espuma especialmente diseñados para la ecografía. 

Cuando las trompas están intactas, el contraste o la espuma pasan fácilmente a su través para llegar a la cavidad abdominal. Cuando las trompas están obstruidas, se puede ver un enlentencimiento del paso e incluso una acumulación, cuando hay un bloqueo completo. 

La HSSG se realiza preferentemente en la primera fase del ciclo menstrual, justo al terminar el sangrado de la menstruación y antes de la ovulación. Es imprescindible descartar cualquier infección pélvica antes de su realización y se puede realizar un cultivo vaginal o cervical en el caso de que exista un riesgo o sospecha de infección. Así mismo, resulta recomendable realizar un tratamiento antibiótico profiláctico para evitar la infección ascendente desde los posibles gérmenes que se encuentren en la vagina en el momento de la realización de la técnica. 

En cuanto a las molestias ocasionadas, son menores a las que refieren las pacientes tras la HSG, por lo que es una prueba relativamente bien tolerada aunque se han descrito casos aislados de contracciones uterinas dolorosas, reacciones vasovagales, dolor abdominal o sangrado vaginal leve tras su realización. 

Las contraindicaciones para la realización de esta técnica son el embarazo, la infección pélvica activa, el sangrado uterino o la alergia a los componentes de los productos ecográficos. Las pacientes con alergia a los contrastes yodados y que nos son susceptibles de realizarse una HSG, pueden recurrir a esta técnica. 


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